

Este cigarro es un verdadero trampolín para un principiante curioso por iniciarse, en un formato de fácil acceso, al auténtico sabor del cigarro que uno necesita, sin embargo, debe tomarse un tiempo para saborearlo y no debe temer ser agredido ya que el enfoque aromático es muy suave si el 222 no tiene suficiente carácter para el conocedor, de todos modos va muy bien con una copa de champán como aperitivo, sin dañar nunca el paladar