

En el marco de ese octavo arte que constituye seguramente el Arte de Vivir, el habano se ha ganado una plaza, codo con codo con la gran cocina y los mejores caldos A consecuencia de ello ha surgido una nueva estirpe de aficionados: la de los "habanófilos", degustadores apasionados que no se contentan con "fumar" un cigarro, sino que lo saborean, que gustan de aquilatar los progresos del puro habano en el camino hacia la perfección, y aprenden a juzgar la calidad de la maduración tanto como de la conservación, escogiendo sagazmente el campañero ideal para un momento determinado